Los albos de Alianza cayeron 0-1 en su retorno al estadio Cuscatlán al no lograr descifrar el cerrojo defensivo impuesto por Independiente, que se replegó, primero porque así lo quiso, y después, porque de otra forma no podía soportar los constantes embates blancos.
Los vicentinos llegaron al estadio Cuscatlán con la idea de defender al menos un punto, por lo que desde el inicio del juego optaron por no arriesgarse a dejar espacios en la zaga y se dedicaron a buscar contraataques que eran frenados rápidamente por el esquema defensivo blanco.
Y es que Alianza debía buscar los goles desde el inicio del juego, por lo que se volcó sobre terreno visitante para ahogarlo en la salida y buscar la recuperación rápida, para no dar libertades a los vicentinos.
Los albos buscaron para llegar por las bandas a través de Juan Carlos Portillo y Óscar Cerén, para luego centrar pero se encontraron una defensa sólida que no permitió el juego aéreo, debido en parte a la acumulación de jugadores en el área.
Para el inicio del segundo tiempo, el técnico Wilson Gutiérrez, de los albos, optó por enviar a Oswaldo Blanco en reemplazo de Isaac Portillo, con lo que buscó mayor poder ofensivo que le permitiera concretar el dominio.
La estrategia dio frutos pues permitió llegar con más claridad a la meta defendida por Matías Coloca, quien poco a poco se convirtió en el héroe de su equipo, al tapar, incluso, dos remates continuos de los atacantes albos.
Posteriormente, a los 67 minutos, llegó José Peña, en reemplazo de Óscar Cerén, lo que dio mayor poder ofensivo. Antes había salido el lesionado Henry Romero, quien dio paso a Mario Jacobo, quien mantuvo su trabajo impecable.
Pero unas veces el arquero, otras la zaga, y bueno, también algunos remates desviados, llevaron a la desesperación a los jugadores albos, que con el correr de los minutos se vieron complicados por la ansiedad al no poder anotar, lo que se reflejó en los ataques constantes pero hasta cierto punto sin la claridad que los caracteriza.
Con el torneo apenas en la cuarta jornada, el técnico tiene margen para hacer los ajustes que considere necesarios para afrontar el juego del próximo miércoles ante el siempre difícil Municipal Limeño.