Con un fútbol arrollador desde los primeros minutos, los albos del Alianza consiguieron una valiosa victoria 3-0 sobre FAS, la cual encamina la serie a favor de los elefantes, y además deja muy buenas sensaciones para el juego de vuelta.
Los elefantes hicieron gala de un juego arrollador en todas sus líneas, las cuales se mostraron muy aplicadas tanto al momento de atacar como de defender, lo que prácticamente anuló los intentos visitantes de llevar peligro a la meta defendida por Mario González.
Apenas cinco minutos habían transcurrido cuando Bryan Tamacas recibió un centro desde la izquierda y de cabeza mandó el balón a la red para poner el 1-0 a favor de los albos.
Los santanecos aún no terminaban de asentarse en el terreno de juego cuando recibieron la primera anotación, lo cual fue aprovechado por los elefantes para mantenerse al ataque, pero sobre todo, con la presión alta para desarmar los intentos ofensivos de los tigrillos.
A los 28 minutos, Juan Carlos Portillo desbordó por la banda izquierda y casi sin ángulo mandó un potente disparo que logró controlar el arquero Kevin Carabantes, quien siguió bajo acoso.
Las llegadas de los albos se concretaron a los 41 minutos, cuando Marvin Monterroza contactó con Michell Mercado, quien desbordó por la derecha y mandó el balón al centro del área, donde Narciso Orellana entró y con un disparo colocado, puso el 2-0 para los elefantes.
Alianza continuó tanto con el dominio del balón como con la idea de ampliar la cuenta a su favor, lo que hizo que a pesar de la ventaja mantuviera la presión ante la salida de los occidentales.
La estrategia del técnico Milton Meléndez dio frutos, pues a los 59 minutos, Orellana recibió el balón rechazado y desde fuera del área mandó un disparo potente para el 3-0 con el que reflejaba más el amplio dominio de los blancos.
A los 62 minutos, el entrenador santaneco, Jorge Rodríguez, envió tres cambios simultáneos para hacer reaccionar a su equipo ante el dominio absoluto de los elefantes, que paseaban el balón a placer, pero su equipo no le dio resultado.
Quien también movió las piezas fue Meléndez, al enviar a Wilfredo Cienfuegos y César Flores por Juan Carlos Portillo y Rubén Marróquín, con lo que el equipo tomó un nuevo aire y mantuvo la movilidad hasta el final del juego.