La aplicación de Alianza en todas sus líneas tuvo su premio al conseguir una victoria solvente 4-1 sobre Jocoro, que se desmoronó ante el poderío de los elefantes, que mantuvieron la posesión e impusieron el ritmo del juego.
Jocoro comenzó el juego con mucho ímpetu, con la idea de cerrar la salida de los albos, que a medida que pasaron los minutos comenzaron a abrir espacios en el esquema defensivo de los visitantes.
El impulso de los orientales fue cortado por los elefantes cuando transcurrían cinco minutos, pues a partir de ahí, Alianza comenzó a mover el balón en el medio campo, y gracias a la presión en la salida, la recuperación de la pelota fue una constante en el juego.
Cuando se corrían 24 minutos, Juan Carlos Portillo recibió un pase de César Flores que lo dejó en posición de anotar, y no desperdició la oportunidad al enfrentar al arquero Manuel González y colocar el balón justo al lado del poste derecho de la meta.
Con el 1-0, los albos continuaron con el control del juego gracias a los desbordes por las bandas, sobre todo por el costado izquierdo, gracias a un inspirado JC Portillo, quien se mantenía muy atento a cada jugada.
Con la complicidad de Flores, Marvin Monterroza movía los hilos del juego desde los primeros minutos, lo que hizo que los albos controlaran el mediocampo, y se mantuvieran permanentemente sobre terreno defendido por los orientales.
A los 41 minutos, Flores nuevamente se vio involucrado en la jugada de gol, en la que luego de mandar el balón a Felipe Ponce, quien disparó con potencia, fuePortillo, en un segundo intento, quien consiguió su doblete y el 2-0.
A los 48 minutos, Carlos Lanza recibió un centro desde la izquierda y consiguió acortar la distancia a un 2-1 que indudablemente metió presión a los jugadores albos, que aceleraron la marcha.
Así fue como diez minutos después se marcó la diferencia de los albos en el terreno de juego, ya que a los 58, el recién ingresado Enrique Contreras, con un tiro de larga distancia, marcó el 3-1, y dos minutos después fue Oswaldo Blanco, de cabeza, quien se encargó de ampliar a un 4-1.
El marcador dio tranquilidad a los elefantes, pero siguieron volcados sobre terreno de los orientales, que comenzaron a sufrir para recuperar el balón, ya que los elefantes se dedicaron a trasladarlo y mantener la posesión.