La tierra de fuego volvió a ser un territorio inconquistable para los albos, que a pesar del buen desempeño que mostraron, y del dominio que tuvieron en la mayor parte del juego, sufrieron una caída 1-0 que marca la pérdida del invicto, pero que sirve para aprender de los errores.
Los albos se mostraron muy aplicados en todas sus líneas, lo cual facilitó el trabajo pues todos los jugadores estuvieron muy concentrados para desarrollar su labor frente a los locales.
Lo anterior fue fundamental sobre todo en los primeros minutos, cuando el equipo de tierra de fuego se mostró muy correlón, el equipo blanco pudiera responder a los embates y sobretodo, perfilarse para aprovechar los espacios y buscar la ofensiva.
Sin embargo, volvió a surgir la figura del arquero de los orientales, quien se mostró muy seguro y se encargó de tapar oportunidades claras de gol, como las de Marvin Monterroza y Rodolfo Zelaya.
En el segundo tiempo los elefantes estuvieron más tiempo volcados a la ofensiva, con la idea de inclinar la balanza a su favor, pero se encontraron a un arquero inspirado y a una línea de zagueros muy atenta.
La anotación llegó a los 83 minutos cuando Carlos Lanza aprovechó para anotar el único gol del juego, que significó la caída para los albos.
Si bien la temperatura es uno de los puntos en contra para los visitantes, no puede tomarse como justificación para la primera caída del campeonato, sino por el contrario, esta servirá al técnico para ser analizada y así apuntalar mejor al equipo en los puntos clave.