Los elefantes de Alianza empataron sin goles un juego que manejaron de principio a fin, y aunque hubo momentos en los que Independiente buscó adelantar filas, la presión blanca no le permitió libertades para acercarse con peligro a la meta defendida por Óscar Arroyo.
Los fantasmas del Jiboa tenían claro que estaban obligados a sacar un buen resultado, por lo que desde los primeros minutos de juego adelantaron filas para intentar presionar a los albos, que se dedicaron más a pasar el balón para generar espacios en el esquema defensivo rival.
El trabajo de los albos quedó claro desde el inicio, pues los jugadores buscaron controlar el juego, mantener la pelota y no arriesgarla con pases erróneos.
A los 39 minutos, Raúl Peñaranda se encontró con un centro desde la izquierda que lo dejó en posición de anotar, pero fue sancionado un fuera de juego que invalidó la acción del atacante.
El ímpetu de los vicentinos decayó ante el mejor ritmo de los albos, que desde el inicio comenzaron a controlar los tiempos del juego para no dejar a los fantasmas del Jiboa salieran de forma cómoda, y lo lograron.
Los visitantes fueron poco a poco retrocediendo para evitar las llegadas de los elefantes, que se mostraban cada vez más peligrosos en sus acometidas a terreno de los vicentinos.
En el tiempo de complemento, Alianza se mantuvo apegado al libreto, con Cristian Olivera como encargado de mover el medio campo blanco, y con Herlbert Soto y Ezequiel Rivas con la responsabilidad de recorrer las bandas.
Los elefantes controlaron el juego y llegaron de forma constante sobre la meta defendida por Héctor Carrillo, quien con el apoyo de su defensa mantuvo su meta intacta.
El juego permitió al técnico Wilson Gutiérrez rotar jugadores y dar minutos a algunos que no habían tenido mucha actividad, con lo cual pueden mantenerse en la lucha por la titularidad.