A pesar de que los albos sabían que tenía un boleto en la próxima Liga de Campeones, el equipo no salió a entregar el resultado en el Alejandro Soto Morera, por el contrario, buscó los goles que le dieran la victoria ante un cuadro tico que aprovechó un desliz defensivo para quedarse con el triunfo 1-0, insuficiente para arrebatar la serie a Alianza, que la ganó 2-1.
Los elefantes hicieron valer el 2-0 en el estadio Cuscatlán y manejaron el partido de ida de tal forma que los costarricenses no se sintieron cómodos en su estadio, y a medida que avanzó el tiempo, cayeron en la desesperación.
Apenas transcurrían dos minutos cuando en un tiro libre, el equipo tico tuvo un oportunidad de oro para abrir el marcador, pero el balón se estrelló en el travesaño luego de un cabezazo dentro del área.
Los toros salieron al terreno de juego con mucha intensidad, con la idea de conseguir un gol tempranero que lo metiera de lleno en el partido, pero los albos no se replegaron, sino por el contrario, comenzaron a volcarse sobre terreno costarricense, lo que obligó a los ticos a saltar líneas para llegar al área defendida por Rafael García.
Desde los 20 minutos los elefantes armaron llegadas más claras y constantes a la meta de los locales, que perdieron el ímpetu inicial y comenzaron a preocuparse más por no recibir una anotación. Dos disparos de larga distancia de Monterrroza, y uno de Narciso Orellana, aunque desviados, inquietaron a la zaga tica.
Cuando se corrían 37 minutos, Iván Mancía cabeceó un tiro de esquina y el balón se fue a estrellar al travesaño del arco defendido por Marco Madrigal.
Posteriormente el juego se diluyó en el mediocampo, con marca férrea por parte de ambos cuadros. Para Alianza la estrategia funcionaba a la perfección ya que el balón se mantenía lejos de su meta.
En el segundo tiempo, los costarricenses de nuevo intentaron ejercer presión sobre terreno de Alianza, sin embargo, los jugadores albos se mantuvieron atentos.
A los 77 minutos, Alexander Larín se barrió pero alcanzó a hacer contacto con el rival, por lo que el central guatemalteco Mario Escobar le mostró la cartulina roja. La respuesta del técnico Wilson Gutiérrez fue la salida de Herbert Soto y el ingreso de Héctor Ramos, para cuidar la banda.
La diferencia numérica fue aprovechada por los locales, quienes buscaron lanzarse a la ofensiva para al menos acortar el marcador, y lo consiguieron a los 86 minutos, cuando en un desvío de cabeza, García tuvo dificultad para controlar el balón y el rechazo fue tomado por un atacante para el 1-0.
Los jugadores albos se aplicaron más y recompusieron filas para armar un cerrojo defensivo que no pudo ser descifrado por San Carlos, el campeón de Costa Rica, que indudablemente fue un gran rival en esta fase.